¡Se acerca una revolución de papel! Impresora 3D con pulpa de papel
A diferencia de las técnicas tradicionales llamadas sustractivas, la impresión 3D superpone material, con la característica de que mezclada con algoritmos de optimización se puede utilizar la cantidad correcta de material necesario para la fabricación. El proceso FDM (deposición en estado fundido) incluso permite reutilizar los residuos plásticos transformados en consumibles de impresión 3D.
La gama de filamentos reciclados OWA desarrollada por el francés Kimya (anteriormente Armor 3D) es el ejemplo perfecto.
Sin embargo, los beneficios de la impresión 3D en términos de impacto ambiental deben ser calificados. Entre las impresiones fallidas y los otros residuos asociados con las diferentes estructuras de soporte surge la necesidad de lograr que los objetos sean más respetuosos con el medio ambiente.
Ante el problema de «cómo reemplazar el plástico con materiales más duraderos», un joven diseñador holandés llamado Beer Holthuis ha tenido la idea de desarrollar un papel para impresora 3D. Si bien la impresión 3D basada en papel ya existe a través de Laminated Object Manufacturing (LOM), un proceso que siguen Highcon o Mcor Technologies, esta es la primera vez que se aplica a FDM.
» Hay un mercado en crecimiento para la impresión 3D a demanda», dice Holthuis. » El material impreso es casi siempre plástico, con algunas excepciones caras. Me sorprendió descubrir que realmente no se utilizan materiales sostenibles en la impresión 3D. Fue un gran punto de partida para mi desafío, para crear la primera impresora de papel del mundo».
Beer Holthuis ha desarrollado una impresora 3D capaz de imprimir esta materia prima en lugar de plástico, respondiendo al mismo tiempo a 80 kg de papel desperdiciado cada año. Su sistema llamado Paper Pulp Printer, extruye una pasta hecha de papel y un aglutinante natural que permite obtener impresiones reciclables hasta el infinito. Además de la experiencia táctil, los objetos impresos serían particularmente resistentes.
La pulpa de papel ofrece una alternativa muy interesante a los termoplásticos, como lo demuestra la simplicidad del sistema que no utiliza una boquilla de calentamiento, una placa caliente o un ventilador. A pesar de la calidad de la superficie y las limitaciones del proceso en términos de complejidades geométricas debido a la ausencia de estructuras de soporte, este enfoque podría encontrar muchas aplicaciones.
Es ahora cuando debemos de mirar más a una relación directa entre un discurso sostenible, materiales biológicos tradicionales, genética y nuevas tecnologías de información para generar nuevos procedimientos de diseño que nos lleven a la era Biodigital, sin duda una palabra que estará en boca de todos muy pronto debido a la urgencia mundial de frenar el cambio climático y dejar de explotar los recursos naturales.
Al igual que diversas universidades en el mundo la Universidad Internacional de Cataluña y su Grupo de Investigación de Arquitectura Genética en conjunto con SEED apostamos por estos avances para desarrollar conceptos teóricos y aplicarlos a la industria, todo esto desde el Master de Arquitectura Biodigital.